El Progreso en Terapia: un camino que se construye juntos
- Insights Comunicación Estratégica
- 3 days ago
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Cuando un niñ@ inicia terapia, es común que los padres deseen ver resultados rápidos o cambios visibles en pocas semanas. Es comprensible: todos queremos ver a nuestros hij@s avanzar y superar sus desafíos. Sin embargo, aunque la terapia es una pieza esencial, no actúa sola. El progreso real es el resultado de varios factores que se complementan… y la buena noticia es que todos podemos aportar.
La Terapia: el corazón del proceso
En Mi Fono Terapia recalcamos siempre lo esencial: la terapia es la base.
Aquí los niñ@s reciben acompañamiento especializado, estrategias diseñadas para sus necesidades y un espacio seguro donde pueden aprender a su propio ritmo.
Cada sesión está preparada para desarrollar habilidades específicas: la comunicación, la regulación emocional, la atención, la motricidad, la organización sensorial o el aprendizaje, dependiendo de las necesidades de cada niñ@.

Este trabajo profesional marca el camino… pero el verdadero progreso va más allá de lo que ocurre dentro del consultorio.
El papel de la familia: el puente entre la terapia y la vida real

Los avances que nacen en terapia necesitan repetirse y vivirse también en casa. Esto no significa que los padres tengan que “hacer terapia”; significa que su presencia, su manera de acompañar, su paciencia diaria, refuerza todo lo que su hij@ está aprendiendo.
Pequeños gestos hacen una gran diferencia:
Validar lo que siente cuando algo le cuesta.
Permitirle practicar sin presionarlo.
Celebrar cada logro, por pequeño que parezca.
Mantener rutinas claras.
Comunicar a la terapeuta lo que se observa en casa.
Este apoyo no sustituye la terapia; la complementa. Le da coherencia al proceso y ayuda a que lo aprendido se convierta en parte su vida diaria.
Constancia, paciencia y expectativas reales
El progreso no siempre es inmediato. A veces es visible, y otras veces ocurre en silencio, preparándolo para un salto que llegará más adelante.
Por eso, es importante:
Ser constantes en la asistencia a terapia.
Respetar su ritmo.
Evitar comparaciones.
Confiar en los terapeutas que lo acompañan.
Cada avance, incluso el más pequeño, es una victoria.
Entonces, ¿qué impulsa realmente el progreso?
El progreso surge cuando todos los elementos se unen: la guía profesional de la terapia, el acompañamiento amoroso de la familia y la constancia para mantener el proceso.
No es un esfuerzo aislado, es un trabajo en equipo.
Y cuando ese equipo se fortalece, el niñ@ también lo hace.





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